Un estudio realizado por Tomas Gustavsson en 2016 muestra que las denominadas metodologías ágiles dan como consecuencia mejores resultados durante los proyectos, gracias a un mejor trabajo en equipo, interacción con el cliente y mayor flexibilidad.
Se pueden encontrar percepciones similares en la investigación realizada por Zahid Masood, quien añade que las metodologías ágiles dan como resultado una reducción de los costos, una finalización más rápida de los proyectos y una mejor gestión del alcance.
De esta manera, se pueden abordar los proyectos como nunca antes se había hecho, sin las molestias que causan los métodos antiguos.